Redacción: Andrea Briceño
El tiempo es el mayor y mejor aliado que hay, y te preguntarás ¿por qué?, debido a que ahorrar es fundamental para el desarrollo del aprendizaje y hábitos financieros, para así poder lograr independencia económica en el futuro.
Además de ahorrar, los jóvenes pueden aprender a invertir en diferentes áreas para así generar mayores intereses a largo plazo y lograr recuperar y aumentar el valor de un monto que fue destinado para la inversión, esto es una acción que implica cierto riesgo, el cual se puede asumir puesto que a tempranas edades todavía hay más tiempo para recuperarse de posibles pérdidas y aprender de los errores.
Consejos de ahorro para comenzar siendo adolescente:
Gasta menos de lo que ganas, la base de todo ahorro es que tus egresos no superen tus ingresos. Toma decisiones inteligentes, destina un porcentaje de tu dinero mensual a una cuenta de ahorro o, si es posible, inviértelo para que crezca con el tiempo.
Comenzar a invertir de manera temprana, permite que el dinero crezca debido al interés compuesto, esto se refiere al valor que se genera de un capital que es invertido y al pasar de los años hace que el monto inicial genere mayor cantidad de lo anteriormente destinado, esta acción es muy utilizada puesto que el valor de un bien puede aumentar o disminuir dependiendo de muchos ámbitos, lo que puede marcar una gran diferencia en la acumulación de riqueza a largo plazo.
Elabora un presupuesto mensual, aunque bien es cierto que al ser adolescente probablemente no tengas grandes responsabilidades ni gastos, realizar un presupuesto te hará entender tus ingresos, tus gastos y cómo puedes ahorrar más. Para ello te recomiendo dividir tus gastos mediante categorías y asignarles porcentajes.
Coloca límites y no te excedas en tus gastos y/o compras, define topes para tus gastos en salidas, eventos o compras. Al respetar estos límites evitas comprar impulsivamente, al ser una medida más organizada que te ayuda a mantener el control de tus finanzas personales. Distingue cuales tipos de gastos tienes, aprender a diferenciar los gastos o inversiones que realmente sean necesarios, innecesarios y/o prescindibles, esta última pueden esperar un plazo más largo para ser adquiridas.
Define cuáles son tus metas de ahorro y establece objetivos a corto, mediano y largo plazo, como ahorrar para un viaje, un celular nuevo o la universidad. Tener metas claras te motivará a ser más constante y organizado con tus finanzas, evitando así el mal gasto de tus ahorros y dinero.

Establecer metas financieras
La diferencia entre quienes tienen éxito en el ahorro es sencilla: definir metas claras y alcanzables. Al saber dónde debe ir tu dinero, evitarás gastos innecesarios.
Utiliza métodos de ahorro que te resulten sencillos de implementar, puesto que existen un sinfín de técnicas para ahorrar, como el método de los sobres, el reto de las 52 semanas o la más conocida la regla 50/30/20, en el cual 50% va destinado para tus gastos fijos, 30% para lo que deseas y 20% para ahorro, lo que puede ayudarte a crear un hábito efectivo y entretenido. Aprovecha y utiliza la tecnología a tu favor, usa apps que te puedan ayudar a llevar el control de tus gastos, fijar recordatorios de pagos y analizar tus hábitos de consumo.
Tener metas claras te motivará a ser más constante y organizado con tus finanzas, evitando así el mal gasto de tus ahorros y dinero.
Aprende sobre crédito y deudas, conoce los conceptos claves que tienen los créditos, como el historial crediticio, préstamos y tarjetas de crédito, para así entender el compromiso que implica tenerla. Comunica tu presupuesto con tu familia, habla con tus padres sobre el presupuesto familiar y observa cómo gestionan el dinero, aprender de quienes ya saben es clave y saber qué consejos les funcionaron a ellos para empezar y cuáles no. Aprender de su experiencia puede ayudarte a evitar errores comunes.
Las finanzas personales permiten a los adolescentes comprender conceptos básicos sobre el ahorro, las inversiones, los créditos bancarios y a cómo tener un consumo responsable para saber balancear los ingresos, egresos y siempre poder apartar un porcentaje al ahorro. Aprender sobre estos temas tan importantes, y más desde una temprana edad, ayuda a evitar errores costosos en la vida adulta y fomenta la independencia económica.
Aprender a administrar el dinero es un hábito que mientras a una temprana edad se entienda y se practique, rendirá mayores frutos en un futuro, convirtiendo a adultos más autosuficientes y responsables.
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